Salamanca, tierra de bendiciones y oportunidades, caracterizada por su gente noble y de esfuerzo. Dicen que a Salamanca, por su geografía y curvas sinuosas, hay que venir. No es fácil, pero eso marca la templanza y la personalidad de su gente.
La comuna de Salamanca fue fundada el 29 de noviembre de 1844. Ubicada en la ribera del Río Choapa, próxima a un antiguo asentamiento indígena que constituyó parte de la “encomienda del Choapa”, y situada en el lugar que hoy es conocido como Chalinga.
Los terrenos, de propiedad de doña Matilde Javiera de Salamanca y Zavala, fueron entregados a la beneficencia pública en el año 1821. El territorio contaba a principios del siglo XX con una iglesia, telégrafo, oficina del registro civil y el municipio.
Sus actividades productivas, ligadas principalmente a la agricultura y la ganadería, producto de la reforma agraria, fueron durante años el principal sustento de la comuna. Hoy es totalmente distinto, debido a la explotación de la minería a gran escala y a todas las actividades paralelas que ello conlleva, convirtiéndose en la ciudad que aporta un alto porcentaje al PIB de la región de Coquimbo, posicionándonos como un eje fundamental de desarrollo para nuestro país.
En los nuevos tiempos y con temas centrales como el calentamiento global, la sequía y el cambio climático, Salamanca aspira a ser una ciudad inclusiva, moderna, verde y diversa, donde las mujeres jueguen un rol fundamental dentro de la comuna.
Somos dueños de nuestra propia historia y estamos en línea con esta nueva sociedad que nos exige inmediatez , dignidad y más democracia. Aspiramos a una mejor calidad de vida para todas nuestras vecinas y vecinos, con los más altos estándares que exigen estos nuevos tiempos.
Las y los salamanquinos les damos la bienvenida a nuestra querida comuna, llena de historia, cultura y mucho por descubrir. Vive Salamanca